Dante López
Historia del artista
Cancún es una ciudad nueva, con 45 años de historia aproximadamente, cuya economía está basada en el turismo. Cuando yo llegue a vivir a Cancún con solo 9 años de edad, no había escuelas de arte, la ciudad apenas contaba con un par de escuelas de educación básica y media. Había una librería en donde pude comprar libros de arte y de culturas antiguas, aprendí acerca de los egipcios, olmecas, mayas, aztecas, griegos, aprendí de art nouveau, de art deco, de escultores como Rodin y grandes maestros como Davinci… su trabajo despertó en mí una gran inspiración.
No pude terminar la preparatoria, tuve que trabajar a temprana edad; sin embargo, comencé trabajando con papel mache que aprendí de forma empírica, con muchos intentos fallidos para lograr la pasta adecuada. Vendía mis piezas a los turistas y en donde vendíamos había un señor que tallaba hueso, cuando veía su trabajo yo pensaba que con las herramientas adecuadas yo podría hacer tallas mejores, en eso me encargaron un trabajo en fibra de vidrio para la escenografía de una obra musical y con lo que cobre pude comprar un motor Dremel y comencé a tallar. No sabía cómo limpiar y preparar el hueso para tallar pero aprendí también a base de prueba y error. El primer hueso que talle era un hueso que le quite a mi perro, ya lo había dejado muy limpio.
Después fui probando con materiales cada vez más duros como maderas de la región, conchas y algunas piedras como el cuarzo.
Estaba muy limitado con las herramientas pues en Cancún no había donde comprarlas.
Conocí a Franco Tamaro, un tallador italiano de camafeos, le gusto mi trabajo y me pidió que tallara camafeos para él. Me enseño las técnicas para tallar con buril y a dar los acabados perfectos en la concha. Yo tallaba los camafeos especiales que el llevaba a vender a Italia.
Después conocí a Raúl, un hombre que tenía una tienda de minerales, ópalos, ámbar, joyería, etc. él se convirtió en mi mentor y puso a mi disposición todas las herramientas necesarias y los materiales que yo deseara tallar pero todas las herramientas, materiales y piezas terminadas eran suyas.
Gracias a él conocí de gemas y otros materiales y me familiarice con herramientas disponibles fuera de Cancún. También talle jade por primera vez.
Raúl me presento con talladores de ópalo de Jalisco y me contrataron para ir a magdalena dos meses para tallar unas piezas en ópalo para un concurso nacional, en el proceso aprendí las técnicas y los secretos para tallar ópalos. Las piezas ganaron y mi nombre no se mencionó lo cual no me importo porque era muy joven y estaba feliz por la experiencia.
Cancún crecía muy rápido y cada vez había más variedad de herramientas en las tiendas locales.
Conocí a don Ramón Alavez, un joyero de trabajo fino, y me pregunto si lo que yo tallaba en piedra podría tallarlo en cera de joyería, este era un nuevo material para mí y aprendí de él cómo trabajar en ese material y varios procesos de joyería.
Para entonces conocí el internet y los materiales, las herramientas y conocimientos estuvieron más a mi alcance.
Pude comenzar a comprar mis propias herramientas y un tiempo después pude abrir mi propia tienda, Studio Dante.
Mantuve la tienda por 15 años, en este tiempo me fui interesando cada vez más en el jade hasta el punto de apasionarme por este material y ahora la mayoría de mis piezas son talladas en jade pero, gracias a las diferentes técnicas que aprendí, ahora puedo hacer piezas con un concepto completo; combinando diversos materiales, puedo hacer una talla y convertirla en una pieza de joyería, en un artefacto o en una pieza decorativa.
La gripe h1n1 afecto mucho mi economía por que no había turistas que compraran mi trabajo por lo que me vi obligado a buscar otras opciones. Buscando clientes por internet contacte a una galería de jade en Arizona, me pidieron fotos de mi trabajo y se dieron cuenta de que yo era el tallador mexicano del que habían oído. En vez de comprarme piezas me ofrecieron participar en los eventos internacionales de jade como parte del grupo… ese grupo de talladores está formado por todos los maestros occidentales talladores de jade a los que yo siempre había admirado.
Como primer evento, fui invitado al Festival de Jade en Big Sur, California, en el año 2009.
Así mi trabajo se fue dando a conocer cada vez más a nivel internacional.
Después fui invitado como conferencista y parte del jurado del concurso de talla de jade en el World Jade Symposium, en Vancouver en el año 2014.
Mi conferencia fue entorno al jade en Mesoamérica, me enfoque en el pasado porque mi cultura es rica en piezas prehispánicas de jade; en la actualidad hay muy pocos trabajos modernos, pocos talladores de jade. De hecho yo era el único latinoamericano en estos eventos internacionales.
A mi regreso me dedique a reunir en Facebook a todos los talladores de jade de Latinoamérica, para rescatar nuestra tradición de talla de jade, compartir mi experiencia y conocimientos, aprender de ellos y apoyarnos entre todos.
En 2015 fui a Suzhou, China, y gane un tercer lugar en el concurso más importante a nivel mundial de talla en jade y aún era el único latinoamericano en estos eventos, pero gracias al grupo que forme en Facebook, en 2016 fuimos al mismo evento Mario y yo. Mario es un tallador de costa rica que logro aprender mejores técnicas de volumen, de pulido, mejores opciones de herramientas, etc. gracias a mis enseñanzas y consejos a distancia, pero lo más importante es que aprendió a valorar su trabajo lo suficiente para animarse a participar en el concurso y logro llevar una medalla a costa rica.
Este año regresare a china, por tercera vez, al evento internacional de jade y busco traer una tercera medalla.